15.-
El despertador suena en la mañana grávida ya de ruidos. Miles y miles de eslabones sonoros, finos e histéricos, se escapan del timbre. Y entran en ordenada, pero vertiginosa, procesión a la oreja. Doy una orden a mi cerebro y cierro con tranca la entrada al oído. La mano vuela como samurai ciego buscando la palanquita del puto reloj. Silencio helado, entonces. Que, sin embargo, se rompe en un tintineo agónico de sonidos que, al no poder entrar, ruedan por la oreja (muchos, los primeros, mueren aplastados por los que llegan después) Y caen de espaldas desde la altura. Algunos, en vano, quisieran trepar por mi patilla pero terminan agonizando encima de las revistas que están sobre la mesa del televisor, boqueando, tristes peces, al costado de la cama. Es otro día. Suma. Resta. Días y días. El sol, pobrecito, ya no es más que unos rayos como de linterna que pasan por el ventilux. Alguien martilla afuera con fuerza como aplastando una hormiga que no termina de morir. Busco pretextos, trato de inventar enfermedades para no levantarme. Pero, desgraciadamente, estoy sano y he olvidado cómo mentir. No soy boludo de ahora, Amelia. Es tan cálida la cama en las mañanas. Los pies, ciegos todavía, apenas mueven un dedo o dos; tanto como para enmantecarse todo lo posible por unos segundos con la tibieza que hay que abandonar. He soñado y, sabiamente, no quiero recordar. ¡ Arriba, carajo!... El frío se ha vuelto una helada hoja de afeitar mientras miro mi cara reventada por el sueño; agria, en el espejo. Pienso al pedo: las personas que ocupan un cargo, por insignificante que sea, en algún momento, tarde o temprano, levantan el culo a lo pavo real. Qué cosa. Les proporcionará, tal vez, la creencia ilusoria de que también están más arriba que todos nosotros en la escala humana. Entonces se quedan tranquilos, en paz; y es totalmente natural que no sientan su propio olor a vieja mierda. Lo traen desde muy lejos. Me siento, pues, en el inodoro, como todas las mañanas. Y hago lo mío.
La espera resulta larga. Trepados como vamos, viajando a empujones, colgados de los otros y del tiempo. Se pican los dientes, se ajan las mejillas, las manos. Se comba la espalda en un principio de reverencia a la decadencia que nos espera en el futuro. Y un día, de pronto, descubrimos que no nos conmueve más la lluvia. Para ser francos, ya pocas cosas nos alteran. No obstante, en el camino, aprendimos mañas; y es como un paquete que nos molesta al andar. ¡Mirá que bien, ché; soy el mismo, mirá un poco!...Es una cosa bárbara; lógicamente estoy algo cuarteado; vivir es una pérdida, loco; chocolate por la noticia. Razón por la cuál corto un buen trozo de papel higiénico, me limpio el culo lo mejor que puedo y aprieto el botón. El agua, en cataratas, se lleva la mierda y mi vida.
¡Qué cosa la amistad!.., ¿No?...Alejo allá, en Nueva York, becario de Gugguenheim, pintor exitoso. Y el Gringo, aquí cerquita, separados como están por tanto abismo y tan en el centro mismo de mi corazón desvalido.
Datos personales
- carlos lagos
- Actor,director y docente teatral.Escritor (novela, cuento,poesía y dramaturgia) Artista textil.-
La Tierra del Arca
Hola a todos:
He abierto este blog para hablar de arte y compartir obras. Me llamo Carlos Lagos, tengo 68, y la vida entera dedicada a intentar crear en el campo del teatro, la ficción, la poesía y ahora, de viejo, luego de un buen infarto, arte textil.
Quizás a alguien le guste o interese un poco lo que hago o he hecho. Es mi botella al mar. Está flotando y vaga buscando un rumbo. Alguna respiración humana parecida.
Ya salgo. Ya vuelvo.
He abierto este blog para hablar de arte y compartir obras. Me llamo Carlos Lagos, tengo 68, y la vida entera dedicada a intentar crear en el campo del teatro, la ficción, la poesía y ahora, de viejo, luego de un buen infarto, arte textil.
Quizás a alguien le guste o interese un poco lo que hago o he hecho. Es mi botella al mar. Está flotando y vaga buscando un rumbo. Alguna respiración humana parecida.
Ya salgo. Ya vuelvo.
ARTE TEXTIL
Estos trabajos intentan metaforizar el genocidio realizado en la Patagonia, primero con los pueblos originarios y luego con militantes populares. Traté de eludir la anécdota directa y representar los hechos desde la abstracción geométrica. A lo mejor les gustan un poco. Faltan algunos que pronto publicaré.Díganme qué les parecen. Gracias.-
martes, 20 de abril de 2010
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