61.- SAN SALVADOR, 18 de Enero de 1969


Querido e inolvidable amigo.

dos minutos para hacerte llegar poca palabras y espresarte toda la amistad y el cariño que siento al recordarte, si dos minutos porque tu papá ya sale en este momento. Le dije a tu viejo que te pegues una vuelta por San Salvador vos sabés que mi casa es tu segunda casa, te prometo escribirte y mandarte una foto de la barra en estos días__y contarte de todos los muchachos algo para que los reconozca vos__
Un abrazo grande de tu amigo y compañero que jamas te olvida
Saludos a todos tus seres queridos y gran abrazo a tu señora aunque no la conozca.
Chau “Flaco”.
LUISITO EL GRINGO

Escribime en el mismo momento que recibas estas noticias


La trampa de las cosas
no su alimento
tuve.
El hambre es una rata
que habita en los riñones.
La verdad de las cosas :
un espejo.


Amelia tomó el montón de hojas sucias y descoloridas. Las ordenó y numeró con birome. Después se tiró en la cama, prendió un cigarrillo y se tapó porque hacía frío. Mariano, en la cocina, escuchaba la pelea por la radio y tomaba mate. Amelia empezó a leer. Alta la madrugada, los ojos rojos y ardidos, ella lo encontró encharcado en el silencio de la cocina. La radio estaba muerta, flotando suave aun en las tribunas, ya vacías, del Luna Park
__¿ Por qué no la seguiste escribiendo, Mariano?__preguntó Amelia.

Él sonrió vagamente, jugando con el mate lavado.

__Porque era una mierda. No pude terminarla. Pura copia, mentiras, malas lecturas…
Nunca voy a poder escribir una novela. Hacen falta bolas, honestidad…No sé. No me
da el cuero, loquita.

Amelia lo miraba y era como tener una navaja en la garganta.