29.-
__Contame de Buenos Aires.
__¿Qué cosa?
__De cuando vivías en la Paternal.
__Ah, sí…Compartía una pieza con el viejo Fotunato.
__Yo lo ví una sola vez…Le decían Nato.
__Claro, Nato…Bueno, con él hasta que se murió, fuimos como hermanos. Era un
solterón lleno de manías, pero un gran tipo; de fierro. Simpático, jodón. Todo para
ocultar lo triste de la vida que llevábamos.
__Igual que vos.
__Y, sí, m’hijo. ¡Qué va a hacerle!...Hacíamos changas en el barrio, arreglitos…esas
cosas….Íbamos tirando. Nato fue un gran compañero para mí. Le gustaban mis
cuentos.
__¿Vivían muy mal, papi?
__Más o menos…A veces nos cagábamos de hambre. Y sino, estando bien, comíamos
en una fonda, al lado de la vía, donde empieza el cementerio de la Chacarita. Ahí nos
quedábamos todo lo posible, demorando para no volver a la pieza. Cuando empecé el
trabajo de sereno en la tienda, ya no nos vimos tanto, casi nada. Además se enfermó y
todo fue muy rápido, pobrecito.
__¿Esa fue la época en que me ibas a ver a La Plata?
__Sí, más o menos…Un día me animé y decidí ir a verte porque vos eras lo único que
tenía de familia. Pero me daba vergüenza mi situación…Que pudieras empezar a
preguntarme cosas.
__No, ¿por qué?...Era una alegría grande verte. Yo te quería mucho, ¿sabés?...Eras
mi papá.
__Sí, bueno. Pero qué se yo…Vos estudiabas, tenías cultura, amigos. No quería
avergonzarte.
__Papá, yo también era un poligriyo que vivía en una pensión.
__Pero ibas en camino de ser alguien. Yo lo notaba.
__Dejate de embromar.
__Después, cuando te pusiste de novio, dejé de ir.¿Viste?... No quería molestar; ya
estabas en otra.
__Me lo imaginé…Por eso empecé a viajar yo a Buenos Aires. Para poder verte y pasar
el día juntos .
__Siempre tuve miedo de que me hicieras preguntas por tu madre.
__Ni se me ocurrió, viejo. Yo sabía que, a la larga, volverían a estar juntos… De hecho,
cuando me fui definitivamente a Buenos Aires, nos juntamos los cuatro. Elenita
también. Los cuatro metidos en un cuchitril de un ambiente, pero por un ratito
tuvimos idea de familia, otra vez.¿No?... Elenita fue la primera que se las tomó. Y se
casó.
__Sí, así fue. En esa época empecé con las primeras internaciones. Me recorrí todos
los sanatorios de empleados de comercio que había en Buenos Aires.
__Y también empezaste a quedarte callado.
__Y claro…Todo estaba jugado.¿De qué iba a hablar, m’hijo?