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Suficiente. Stop, darling. Bajaron la bandera a cuadros, se largó, y atronó la banda tomándosela con Filiberto y caminito amigo yo también me voy. Los niños de guardapolvitos blancos y almidonados, dije bien, niños: guarda con los polvos, agitan las banderitas, alas de pajaritos, priripipí, y muerden el bizcochito Canale que recién repartió el secretario del intendente municipal en la mañana de la Fiesta Patria. Y allí tenés a todas las Fuerzas Vivas del pueblo; vivan las Fuerzas. Alguna señora, excedida en grasa y años, mucho rouge y polvo Le Sancy Rachel, enjuga con su pañuelo de encaje esa gota trasparente y salada que rodó desde sus ojos, cual perla cultivada, por su nacarada mejilla. Y también desfilan los soldaditos del ejército en hilera desafilada, colimbas de chocolate Águila Saint. En el palco, mientras ese señor de ceño adusto, piel bronceada verde musgo, casi un busto ya, se rasca disimuladamente el labio superior porque le pica el bigote, y espera desde su Sitio de Honor__especialmente__como todos; sin sentirse todos. Y visto desde el cielo, ese mar de moscas espera. Espera por vos, boludito. Por tu voz. Emocionado, trémulo y angustiado por El Paso que vas a dar; pendiente de la sabiduría que tiene Tu Joven Generación; representada, sin duda alguna, por vos.
Mientras en tu cabeza crepitan, saltan, chisporrotean, las imágenes más inverosímiles. Hierven. Es imposible detenerse en cada una. De todos modos igual te olvidás de pensar que tenés que pensar Lo que Todos Esperan que Pienses. ¿ Clarito?... Así que cada vez que te das cuenta, adoptás la postura de : Ché, Yo-estoy-considerando-lo-importante- que- es- Eso, seguido de una posesita. Y todos miran, anhelantes, aprobando, con esa luz que se enciende en los ojos cuando la gente se siente satisfecha, mientras, disimulando, se rascan, mandando lejos las cosquillas que hacen los bigotes o las más cargosas, la picazón que viene, importunadamente, a las bolas, con perdón de la palabra bola que, como sabemos, no se mancha.
Pero el caso, loco, es que el momento ha llegado. ¿ Escuchó, joven? Mejor dicho, ya empezó. Todos los soldaditos se mueven desacompasadamente, rataplán, las palomas baten alitas, los chicos baten palmas, sacuden, agitan las banderitas hasta quebrar los palitos; las señoras baten almas, aplauden, plaplaplá, secándose las lagrimitas, y vos, energúmeno, incomprensiblemente, seguís atornillado al mismo sitio. Está muuuuuy bieeeeeeeen. Está muy bien, te repito, eso de comprenderlo todo muy cancheramente. Es muy profesional de tu parte esa risita indiferente de Yo-sé-muy-bien-no-vengan-a-explicarme-ni-a-ayudarme-boludos-lo-haré-solo. Está very, very good. Aunque no jodamos, nene, y de frente ¡march!...No quiero creer que te sorprenderá la noche todavía esperando y con los chicos dormidos en los brazos; las señoras y los señores en pijamas y con la tele encendida, apretando entre las piernas la bolsa de agua caliente; los soldaditos fumando a escondidas, tirados en sus cuchetas y vos, todavía sin empezar nada, turro, siempre clavado en tu lugarcito de mierda. ¡Ojo, pibe!...La Fiesta salió cara y por nada del mundo te volverán a hacer otra,¿eh? Y, además, chás-chás en el culo. Así que ya sabés. Más vale que hagas algo, Marianito…mirá que te suelto las fieras y se pudre todo y el Coliseo estalla en aplausos y griterío.
Sí, claro, creía saberlo, todo ordenadito, mi mundo no se movía; estaba fijo sobre una firme plataforma y entonces me gustaba salir por las mañanas con el sol dándome en la cara sin que se me cerrasen los ojos por el resplandor y hoy, bueno, hoy, no sé qué ha sido de eso; camino, me encuentro a veces solo, a veces con Amelia, en medio de tanta gente, tantas almas arrastradas, mirá qué metáfora fácil, por el viento pampero y soy uno más de esos cosos, yo, el de la piedra pesada abajo, colgando del ancla, casi ciego en la noche del miedo que todo lo devora, no queriendo encontrarme con caras que temo vaya a saber por qué o, mejor dicho, para no verme en nadie ni hablarme con nadie de ésto que cargo ; sin nada a la vista, lo que no sería demasiado serio, sino que lo más jodido es todito lo demás, la casi convicción, ché, de que no volveré a intentarlo; que ando necesitando la cuerda, el piolín, el salvavidas que me tiren, porque sino será darle que trabajar para siempre a la sin hueso, con la explicación siempre a mano y la palabra facilonga, dejándome coger por diez mangos para seguir en la oficina, como una puta, por lo cuál te pido perdón, Angélica querida, durante ocho horas vacías absolutamente, entre la maraña de gente, pura ralea, meta Olivetti y andá a pedirles una jota parecida a lo que podés chamuyarles o necesitar; oír bajito, aunque sean los palotes y se me van sucediendo las tardes, es decir la vida, Mariano; una sucesión sucesiva de sucesos sucedidos sucesivamente, sin nada que hacer o que me pertenezca, salvo las cortas cartas bajo la manga, minga, que para eso soy un león hervíboro, ninguna batalla para ganar o intentar porque las bolas, las bielas, no dieron nunca para tanto, digamos que han sido hechas para otro signo zodiacal, carajo, y te bato que una vez, alguna vez, las dejé, las puse bien sobre la mesa, no vayas a creer, peludas y sólidas, como si eso fuera bastante para morir tranquilo porque, en verdad, hay que cortarse los güevos todos los días, como decía mi abuelo, aunque la heroicidad, la eroticidad, a lo mejor no sirve para un carajo, aceptando que naciste, que naciste para eso, qué vachaché, y que sino lo mejor para hacer, Homero, será balearse en un rincón.
Qué trágico te volviste, ché, pero ¡ qué tango! A las palabras hay que dejarlas para los que no saben usarlas, basta de lloriqueos de mujercita que me tenés podrido, si igual aquí estamos, toda la barra, sentaditos y calladitos, día a día, y sueño, sueño pesado, con el pasado que añoro y que nunca volverá, esperando, a lo mejor que, si sacamos la lengua lo suficientemente larga, una lengua húmeda, como es debido y lamemos profesionalmente una legua de piso para que pase el jefecito, sin joder o pensar en por qué tus alas tan cruel quemó, a lo mejor nos tiran algunas lucas, alguna vida, algunas luces y, qué me venís a contar que yo alentaba, febril,…y todas esas de loco, si uno ya está trepado definitivamente a la locomotora, a un paso de ahorrar para un departamento de dos ambientes y va a tener traje a crédito y todo. Y yo sé que, ahora, vendrán caras extrañas con su limosna.
Sones rabiosos.
Gritos.
Un hombre reparte hachazos
a diestra
y siniestramente.
Ruedan cabezas
en la Fiesta del Degüello.
Llueve cálidamente, en rojo.
Es sangre joven.
El hombre se empapa y se tiñe.
Pero no ceja en su empeño;
sus manos son aspas terribles e histéricas.
Todo es un río bermellón, un lodazal de burbujas
pesadas…
Chapotea. Y mata.
Baila enrojecido.
Pero el mango del hacha
es una anguila resbaladiza que se escapa
de sus manos despavoridas.
Aúlla…
El arma gira a contraluz
como un molino tenebroso
y el sol__incandescente__explota en su filo.
Luego cae a pique
como un halcón famélico.
Y parte en dos mitades
la cabeza hirviente de
desesperanzas.
Al final sólo queda el hacha.
Y el paisaje púrpura.
Datos personales
- carlos lagos
- Actor,director y docente teatral.Escritor (novela, cuento,poesía y dramaturgia) Artista textil.-
La Tierra del Arca
Hola a todos:
He abierto este blog para hablar de arte y compartir obras. Me llamo Carlos Lagos, tengo 68, y la vida entera dedicada a intentar crear en el campo del teatro, la ficción, la poesía y ahora, de viejo, luego de un buen infarto, arte textil.
Quizás a alguien le guste o interese un poco lo que hago o he hecho. Es mi botella al mar. Está flotando y vaga buscando un rumbo. Alguna respiración humana parecida.
Ya salgo. Ya vuelvo.
He abierto este blog para hablar de arte y compartir obras. Me llamo Carlos Lagos, tengo 68, y la vida entera dedicada a intentar crear en el campo del teatro, la ficción, la poesía y ahora, de viejo, luego de un buen infarto, arte textil.
Quizás a alguien le guste o interese un poco lo que hago o he hecho. Es mi botella al mar. Está flotando y vaga buscando un rumbo. Alguna respiración humana parecida.
Ya salgo. Ya vuelvo.
ARTE TEXTIL
Estos trabajos intentan metaforizar el genocidio realizado en la Patagonia, primero con los pueblos originarios y luego con militantes populares. Traté de eludir la anécdota directa y representar los hechos desde la abstracción geométrica. A lo mejor les gustan un poco. Faltan algunos que pronto publicaré.Díganme qué les parecen. Gracias.-
viernes, 27 de agosto de 2010
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