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Actor,director y docente teatral.Escritor (novela, cuento,poesía y dramaturgia) Artista textil.-

La Tierra del Arca

Hola a todos:
He abierto este blog para hablar de arte y compartir obras. Me llamo Carlos Lagos, tengo 68, y la vida entera dedicada a intentar crear en el campo del teatro, la ficción, la poesía y ahora, de viejo, luego de un buen infarto, arte textil.
Quizás a alguien le guste o interese un poco lo que hago o he hecho. Es mi botella al mar. Está flotando y vaga buscando un rumbo. Alguna respiración humana parecida.
Ya salgo. Ya vuelvo.

ARTE TEXTIL

Estos trabajos intentan metaforizar el genocidio realizado en la Patagonia, primero con los pueblos originarios y luego con militantes populares. Traté de eludir la anécdota directa y representar los hechos desde la abstracción geométrica. A lo mejor les gustan un poco. Faltan algunos que pronto publicaré.Díganme qué les parecen. Gracias.-

viernes, 5 de noviembre de 2010

70.-
“ NEW YORK, Abril de 1969

Querido Mariano ( también a Amelia):
Bueno, negro, no sé cómo empezar. Por lo menos tardé 6 meses menos que vos en contestarte. Por si acaso te aviso si me contestás, hacelo pronto porque de lo contrario, ya no estaré más aquí. No sé cuándo regreso; tenemos visa hasta junio, y esperamos ampliarla hasta fin de año, a no ser que me renueven la beca por un año más. Es muy difícil, puesto que la política de la Fundación es darle la oportunidad a otro. Esto me lo dijeron cuando me presenté a la renovación; de cualquier manera me presenté; un lance. El asunto de la visa es de lo más complicado. Además, creo que está llegando la hora de dar las hurras; empiezo a sentir que esto ya me está dando poco, y estoy totalmente convencido de que mi obra vale, vale mucho; que mi inteligencia también, y a veces siento__y lo compruebo__que estoy dando cosas e ideas yo, en vez de ellos. Y a éstos hay que destruirles el sistema. Y que no, como ha sido siempre, el sistema nos coma a nosotros. ¡ Hay que darles en la madre!..., como dice un mexicano amigo.
Tenemos varios amigos americanos, artistas muy conocidos internacionalmente, que nos sirven de prueba, y los cuáles, por supuesto, nos dan bastante bola por lo que decimos y por lo que hago. Pero, cada día me doy más cuenta que es muy difícil entrar en la gran rosca para un extranjero; sobre todo para un latinoamericano. Mi obra en este momento es pretenciosa, necesito una gran galería que pueda promocionarla. Pero el sistema sólo promociona a artistas americanos. De cualquier manera, yo lo intento, por si por ahí, me les puedo colar; claro que sería como sacarse la lotería. Han venido a ver mis cosas los directores de dos galerías muy fuertes. A ambos me dí cuenta que los sorprendí; a esta altura del partido es fácil darse cuenta si la cosa anda. Los dos quedaron en regresar y seguir viendo mi desarrollo. Me doy un tiempo a ver qué pasa, sino pego la vuelta. Lograr que los tipos vinieran, fue una especie de éxito, ya que es muy difícil moverlos. Creo que no vale la pena sacrificarse tanto, tener que laburar de cualquier cosa para quedarse, esperando que algún día se dé, si se da. Para qué llegar a alienación total. Si lo más importante es hacer la obra, se puede hacer en cualquier parte. Lo difícil es encarnarse en esto, puesto que las tentaciones del éxito son siempre muy grandes. Las experiencias que he vivido, y estoy viviendo, son fundamentales. Creo haber cambiado bastante desde que salí de Buenos Aires. He tratado de meterme en todo, o en casi todo, de lo que esta ciudad monstruosa tiene. Siempre tratando de profundizarla; no quedarme en la superficie; creo que es una ciudad que todo artista tendría que conocer. Las diferencias, las mezclas, las contradicciones, etc., son tan marcadas, que le posibilitan una tensión permanente; un buen observador tiene mucho para consumir aquí. Pero también estoy convencido que nosotros, argentinos o latinoamericanos en general, difícilmente podríamos adaptarnos profundamente a este modo de vida. Se puede hablar mucho con esta gente, intercambiar ideas, etc. pero, en última instancia, los tipos manejan un “código” diferente al nuestro. Viviendo la ciudad como turista, con mentalidad de no arraigo, sabiendo que en algún momento te irás, es maravilloso, una experiencia fantástica. Esto hace que mucha que viene no profundiza; se enloquece, y al final, se lo come el sistema. Y yo quiero salvarme. Por eso pienso siempre en volver. Hasta ahora he vivido como un bacán, un año y medio sin laburar, o laburando en lo que quiero, sin horarios fijos, sin problemas de guita, comprándome pilchas, haciéndome un viaje a Europa, etc., etc., pero finalmente prefiero la Argentina, con menos posibilidades de guita y de las otras, pero con amigos. Con relaciones humanas, con gente que putea todo el día. Y se siente frustrada, pero que todavía es capaz de hacer un “gesto”. Yo quisiera que todos los argentinos tuvieran una beca, que vivieran aquí o en Europa; que tuvieran perspectiva, para darse cuenta que nuestro país vale mucho. Lo que pasa, es que nosotros, en Argentina, siempre miramos para afuera pensando, frustrados, sin hacer nada. Sinceramente te digo, tengo dudas. Aquí he tomado conciencia de lo argentino que soy”

Es feliz, dije, y eso sólo porque está mirando un techo de dos aguas donde el tiempo pasa deslizándose. Ahora una piedra golpeó ruidosamente en el techo del galpón. Levanta la cabeza y ve volar fantasías y palomas. Se oye un grito alegre. Seguramente un gurí con la honda, que cazó una paloma. Y no importa, no hay pecado, únicamente las palomitas de la Virgen no se matan. También están las palomas judías, grandotas, de la sinagoga, que se veían desde el patio de la otra casa donde vivía antes, volar y volver, sin parar, a detenerse en las cornisas. Alguna vez había querido matar a una, pero no pudo; queda nada más que el ruido, el toc en la memoria, el hueco que resuena en la panza después del hondazo. El recuerdo le hace bajar la cabeza recorriendo la antigua casa de ladrillos, sin revocar. Y están todos los gurises en el mercadito de Pepe, el billetero; con las rodillas siempre raspadas, fumando a escondidas y comiendo girasol tostado. Esta vez la picazón vuelve a los ojos de forma diferente; todo es más rápido, y no se molesta en secarlos con los dedos sucios. Todavía es como feliz, pero ignora por qué ha vuelto de golpe la vieja casa con su umbral de cemento gastado y brillante, alto y gris, y los cigarrillos escondidos cuidadosamente en los rincones y, claro, eran “Continentales” o “Arizona”, de noventa. Mucho después vinieron los “Américan Club Extra” y los “Derby”, de tres ochenta y las hojitas de mandarina en los bolsillos que había que masticar para sacarse el olor a pucho. Así van llegando en patota las sorpresivas lágrimas en el atardecer del verano del 56, cuando ya están los “Fontanares Extra-Finos”, habiendo pasado, por supuesto, por los “Fontanares 12”. Comprendiendo que se había estirado como un gusano, como una isoca, de las que había en la casa antigua. Sabiendo que una parte de sí mismo, quizás esta de ahora, podría llamarse , por ejemplo, MarianoContinentalesFontanaresextrafinos. Así. O tal vez…Al fin todo desaparece y las cosas están en sombras a su alrededor. Sólo él resplandece. Todo el cuerpo irradia una luz irreal. Por primera vez comprende algo. ¡ Se trata de comprender, loco!...¡De prenderse con uñas y dientes a la comprensión! Como si la osamenta estuviese al rojo; es una tremenda vibración, un sonido, un son ido, terrible. Y crece hasta reventar; hasta el blanco, hasta el límite de que salten los tapones.
De manera que, por último, ahí, en ese hoyo humeante, empieza a yacer el cuerpo del silencio. Cada cosa a su sitio. Las formas se rehacen. Se mira las manos de mono que traspiran. Siente como si hubiese realizado un esfuerzo físico mayúsculo. Y llora, el traidor. Lentamente. Sin ruidos., después del deslumbramiento. Ha comprendido que no podrá pensar ya nunca más en la palabra “Continentales”, por ejemplo. Ese pasado se ha vuelto como un muro, como un mojado mojón; una estaca clavada para todos los tiempos en la tierra de la memoria; eterna, mucho más que él, en su propio tiempo. Y nadie al recordarlo sabrá, sin embargo, que es inútil pensarlo separado. No soy más inocente, negro. A vos te hablo, Mariano. A lo mejor se trata del des-cubrimiento de la soledad o, quizás, me he perdido, ¿ eh, Silvio Astier?
Se levanta como un borracho y abandona el sillón. La púa de una voz lo ha llamado, rasgando, rajando, la serenidad del verano.
__¡Marianitooo, vení a tomar la leche! ¡Y no dejés la pava y el vaso tirados!...

“Nosotros aquí, más o menos estamos al tanto de lo que pasa pues existe un boliche que se llama “El Águila Argentina”, que nos surte de revistas, yerba, dulce de leche y otros “productos criollos”. ¡Cómo anda el enano Soroa? ¿ Pasó al frente ya, o todavía luchando? Contá, contá. Saludos al petiso, muchos, muchos; estoy terminando en este momento de leer “Nanina”, mucha frescura, es un “gesto”; esperemos la próxima de García. ¿ La leíste? Nosotros vemos teatro con regularidad; somos selectivos, de lo contrario te podés clavar, y la joda es cara, 4 o 5 dólares, te imaginarás que con la cantidad de espectáculos que hay para ver, si te clavás, llorás un mes. Vimos al Living Theatre; bueno, muy bueno; aquí tienen y también en Europa, un gran prestigio. Nosotros vimos “Paradise Now”, suponiendo que, en parte, se había desvirtuado por la publicidad; oh, perdón, yo te digo y no sé si vos sabés en qué consistió este espectáculo. El asunto era con participación del público y, entre otras cosas, se fumaba marihuana, se bailaba, se ponían en pelotas, actores y público, y al final terminaban todos arriba del escenario, como fornicando; te digo “como”, porque no sé si alguno le metió la poronga a otro o a otra; en realidad no importaba, era lo mismo. Aquí se desató la onda de ponerse en pelotas; hay varios espectáculos que centran su atención en eso. Algunos muy malos y boludos. Hay algunas experiencias interesantes, como por ejemplo, las de un grupo que está a una cuadra de donde nosotros vivimos. Los tipos alquilaron un galpón, lo arreglaron y lo adaptaron, sin escenario; lo único que existe como objeto son tres torres hechas de tirantes de madera, donde el público o los actores pueden treparse; luego la gente se desparrama en el suelo. Además de esto, hacen teatro de guerrillas, o sea que se organizan un acto en algún lugar público y se aprovecha para desarrollar allí una acción; suelen salir cosas interesantes. Eso del galpón es una idea que me parece buena. Yo pienso que sería bueno que vos armaras un grupo y pidieran alguna subvención o algo parecido, y alquilaras un galpón donde hacer espectáculos sin pensar en sillas o sillones. ¿ Qué te parece? Cuando yo vuelva me gustaría participar también. ¿Seguís con dos laburos? ¿Juntaste algunos mangos, o no? Yo pienso, cuando vuelva, comprarme un departamento en Buenos Aires, vivir allí; pienso en largar el laburo del Museo, quizás me las rebusque con algo, como tener alumnos o algo así; el menor tiempo posible de dedicación a esto. Trataré de mantener la casita de City Bell como taller y lugar para tomar solcito, hacer asaditos con los amigos, etc. Si se concretan algunas cosas que están en marcha, me haré unos cuantos dólares. Acabo de firmar un contrato para la realización de dos obras que serán hechas en múltiples, las que serán distribuidas por todos lados. Mary está trabajando en el Museo de Arte Moderno, en el Departamento de Diseño y Arquitectura; hace una tarea interesante. En este momento trabaja en el relevamiento de la colección de diseño del Museo, para luego proponer cuáles son los diseños que el Museo necesita. También se encargará de una muestra de diseño que se hará en algunos países de Latinoamérica. Tiene secretaria.¿ Qué me decís? Con el sueldo de ella podemos vivir; a mí se me terminó la beca hace dos meses, pero he vendido algunas cosas, y estamos comprando otras que nos llevaremos cuando volvamos, y que allí son muy caras. En realidad, ya te digo, la cosa va muy bien, en 2 o 3 años podríamos levantar unos cuantos mangos, pero no sé si esto vale la pena; además problemas de conciencia, viejo. Muchas veces siento la necesidad de largar todo esto, y volver a empezar alguna actividad política. Pero también sé de tantos que sienten esto, y se la pasan pensando, sin hacer un carajo. Como te dije, tengo dudas y he tomado conciencia de lo argentino que soy.
En Europa la pasamos fenómeno; estuvimos en París, Barcelona, recorrimos la Costa Azul, llegamos a Italia; alquilamos un auto en Roma, y subimos para arriba, pasando por cuanto pueblito y ciudad estaba de paso. Italia es increíble, un gran museo, todo a la medida del hombre; ciudades como Siena, Florencia, Ravenna, Venecia, Verona, etc., son increíbles, no existen. Luego de Italia fuimos al sur de Francia, donde unos amigos argentinos, un matrimonio, habían alquilado una casita, en una pequeña ciudad llamada Signon, donde tiene su casa de campo Cortázar. Estuvimos con él varias veces, gran conversador, hablamos de todo un poco, es un tipo muy amable. Una noche nos trenzamos. Yo le decía que no justificaba una carta de él que le escribió a un escritor cubano. Cortázar estuvo tres veces en Cuba, y su actividad política es relativamente reciente, en la cuál él decía Europa esto, Europa aquello. Yo le dije que había que definirse, que él era un personaje, que me parecía que había que dejarse de joder, y volver, puesto que de todo el tiempo que yo estuve en París (15 días) todos los latinoamericanos, lo único que decían era sobre la revolución, pero hace mucho tiempo que lo hacen y no se mueven de París.
También conocí en París a García Márquez, un tipo muy simpático que habla como escribe. Bueno, viejo, creo que ya te he puesto más o menos al día; no se me ocurre nada. Mucho mejor sería que estuviéramos juntos, creo que en una semana te contaría todas mis experiencias. Como no sé todavía cuándo ésto se podrá hacer, quiero que rápidamente me escribas, que me cuentes, que cuentes todo, cómo va la cosa, tus cosas, las de Amelia, las del Petiso,etc. No te imaginás qué alegría cuando, por las mañanas, bajo las escaleras hasta mi buzón y encuentro cartas; y la tristeza cuando no las hay. Aquí descubrí el mundo de las cartas, de los efectos que producen, puesto que siempre están cargadas de sentimientos, ideas, fracasos, éxitos, etc., etc.. Si todavía volvés por la oficina del Departamento de Difusión Cultural, de la Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Buenos Aires, dale saludos míos a todos aquellos que estaban cuando yo pasé por allí; gracias.
Bueno, Marianito. ¿ Qué tal el tratamiento para engordar? ¿ Cuántos kilos? Contame, poneme al día. ¡Ah, posiblemente haga una escultura muy grande en la ciudad de Detroit; en estos días se resuelve. Yo tenía trabajo en una galería, y una tipa que había sido comisionada para ver esculturas aquí en New York, para hacer o llevar a Detroit, se calentó mucho con la mía para hacerla en tamaño mayor. La dueña de la galería le pasó un presupuesto y estoy esperando si estos tipos aceptan y la cosa se hace. Sería muy bueno para mí hacer esa obra. Quizá haga también una exposición en Los Ángeles y otra en Washsington. Te digo quizás, porque depende de lo que me ofrezcan; aquí no tiene sentido hacer cosas por hacerlas, para tener otro catálogo.
Te sigo queriendo mucho y espero que me escribas pronto. Un gran abrazo y besos para Amelia, de Mary y
ALEJO

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